jueves, 4 de marzo de 2021

ANTIBIÓTICOS NATURALES Y REMEDIOS VEGETALES.

¿Conoces los antibióticos naturales? Son remedios que provienen del mundo vegetal –así que seguro sin saberlo tienes alguno en tu cocina–, siendo una buena opción para prevenir o combatir bacterias sin tener que echar mano a fármacos.

La palabra “antibiótico” hace referencia a bacterias, encontrándose que los de origen químico combaten únicamente infecciones de origen bacteriano, ni virus ni hongos. Por su parte, los de tipo natural son más versátiles, no sólo pueden actuar como bactericidas, sino que tienen otras funciones que les permite usarlas en más dolencias.

El abuso de los antibióticos químicos.

Son muy usados hoy en día y sí, han y siguen salvando muchas vidas. Pero también es cierto que por su uso irracional –por ejemplo, al acortar los tratamientos del médico, tomarlos para dolencias que no los necesitan, o incluso por su abuso en ganadería–, se ha desarrollado resistencia a los mismos, haciéndolos menos efectivos para matar a los microorganismos patógenos causantes de diversas enfermedades.  

Para los casos más leves lo recomendable es recurrir inicialmente (o incluso como complemento a las terapias convencionales) a los antibióticos naturales, pues son excelentes aliados para reducir síntomas como dolores de cabeza, afecciones respiratorias y digestivas, y algunos procesos dermatológicos como cicatrices.

El Mundo Vegetal.

Los remedios naturales se han usado desde la antigüedad para prevenir, curar o aliviar una variedad de síntomas. Actualmente, se conocen y están descritos los beneficios de muchas plantas y alimentos no sólo para curar enfermedades, sino para prevenir y complementar muchas terapias.

Algunos componentes naturales beneficiosos para la salud son:

Clavo o Canela:

Dos especias ampliamente usadas en el mundo de la cocina por sus propiedades organolépticas, y que comparten el mismo principio activo, el eugenol, reconocido por sus propiedades antimicrobianas, antifúngicas y antioxidantes. Además es antiinflamatorio, analgésico y anestésico, de ahí su uso reconocido en odontología. (1) (2)

 Cúrcuma:

Especia imprescindible en el curry y usada en la medicina tradicional, ya que contiene curcumina, un principio activo con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, ideal en casos de dolores articulares. Su absorción mejora si se combina con pimienta que, gracias a que su principio activo piperina, incrementa su biodisponibilidad. (3)

 Jengibre:

En el jengibre fresco encontramos el gingerol, que por tratamientos de calor o almacenaje se convierte en shogaoles. Ambos con acción antioxidante y antiinflamatoria, indicado en enfermedad inflamatoria intestinal, náuseas y vómitos. También es un potente neuroprotector y eficaz contra microorganismos, virus y hongos. (4)

 Própolis:

También conocido como propóleo, es una sustancia fabricada por las abejas para proteger la colmena de agentes externos. Destaca por sus múltiples propiedades (5): 

Antibióticos naturales, antivirales y antifúngicos, ideal para dolencias del tracto respiratorio superior como dolores de garganta o tos;

Antiinflamatorias, usada en el tratamiento de desórdenes gastrointestinales;

Cicatrizantes al se aplicada de manera tópica en quemaduras superficiales y solares, y para el tratamiento de llagas bucales;

Antioxidantes que combaten el estrés oxidativo y envejecimiento celular, promoviendo la supervivencia celular;

Inmunoestimulantes al activar el sistema inmune.

Se recomienda su uso sobretodo en invierno o cuando hay procesos de estrés.

Menta:

Usada principalmente para dar sabor y/o frescor a las preparaciones o productos. Entre sus principios activos destacan la pulegona y el mentol, con propiedades antioxidantes y antisépticas usadas para problemas respiratorios o irritaciones de garganta, y para el tratamiento de dolencias digestivas como vómitos, gases o dolor abdominal. (6)

Orégano:

Compuesto mayormente por tres componentes: el carvacrol, el timol y el origaneno, que destacan por las siguientes propiedades (7):

Beneficios digestivos, sobretodo para combatir gases;

Antiespasmódicos, útil para reducir los espasmos de la tos;

Antiinflamatorios, analgésicos y antisépticos, beneficioso para afecciones de vías respiratorias, así como otros procesos que cursen con inflamación.

Romero:

Su aceite esencial está formado por diferentes componentes con numerosas propiedades (8):

Beneficioso para el sistema digestivo al ser carminativa (disminuye la producción de gases) y antiespasmódica;

Antiinflamatorio y antioxidante;

Antibióticos naturales, fungicida y balsámico, por lo que se suele emplear para enfermedades respiratorias.

Si bien en nuestra cocina usamos muchos de estos componentes en pequeñas cantidades, el consumo continuo de estos remedios vegetales puede producir mejoras notables en la salud. Así que aprovecha al máximo estos alimentos para potenciar el sabor (y beneficios) de tus comidas.

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