miércoles, 17 de febrero de 2021

La importancia las vacunas en la infancia

El desarrollo del mundo de la medicina en los últimos años ha sido espectacular. Se han hecho grandes descubrimientos que hacen que nuestra calidad de vida mejore día a día. Pero existen avances que ya vienen heredados desde hace años, cómo puede ser las vacunas. Están has logrado, a lo largo de la historia, combatir epidemias y enfermedades. Con los años, se ha demostrado con creces la efectividad de las vacunas y la importancia de administrarlas siguiendo el calendario vacunal.

La vacuna

Tal y como explica la Asociación Española de Vacunología, las vacunas son productos biológicos compuestos por microorganismos muertos (inactivados), atenuados o partes de ellos, que se administran para prevenir enfermedades infecciosas en las personas susceptibles de padecerlas. Las vacunas recrean la enfermedad sin producir la infección, y de esta manera estimulan el sistema inmunitario para que este desarrolle defensas que actuarán en el momento en que se contacte con el microorganismo que produce la infección y la enfermedad.

Si nos remontamos años atrás, en 1885, fue el conocido Louis Pasteur quien preparó primera vacuna que protegería a seres humanos ante la enfermedad de la rabia. Las anatoxinas diftérica y tetánica, fueron introducidas poco más tarde, sobre mediados del siglo XX; y tras ellas, vinieron las vacunas contra la tuberculosis, sarampión y parotiditis.  

El hecho de iniciar las vacunas en edades infantiles es muy importante, ya que nuestro organismo empieza el proceso de aprendizaje sobre qué es aquello que hay combatir, con tiempo suficiente para estar preparado a lo largo de una vida. Como sabemos, al inyectar una pequeña cantidad de antígenos débiles o inactivos en el organismo, el sistema inmunitario del niño aprende a reconocer a la enfermedad, produciendo de ese modo anticuerpos (aquellas proteínas que atacarán al virus, bacterias y otras sustancias dañinas) con el objetivo de combatir y eliminar la posible amenaza de alguna patología.

El hecho de vacunar a los más pequeños desde el nacimiento hasta la edad de 6 años, los protege de unas 14 enfermedades mortales como pueden ser: sarampión, paperas y polio. Del mismo modo, hemos de entender que las vacunas no solamente protegen a los niños, sino a todo su entorno. Durante años se ha luchado por erradicar patologías y con las vacunas en nuestras manos, muchas de las enfermedades mortales que antes acababan con vidas humanas, ahora se han erradicado. 

Las vacunas mejoran años tras años y nos garantizan poder estar protegidos frente a muchas enfermedades. Nuestro profesional de referencia nos ha de guiar en este proceso, educar y orientar sobre cuándo y cómo administrar las vacunas.

Como veis, las vacunas aportan una mejor calidad de vida, y el hecho de administrarlas desde la infancia, solo aporta ventajas. Y vosotros ¿tenéis vuestro calendario vacila al día?

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