Te alabo mi querido Padre Celestial, mi querido Dios Jesucristo. Bendigo Tu Santo Nombre, con todo mi corazón, mi alma, y todo lo que hay dentro de mí.
Todavía tengo esta bendición
Señor, te damos gracias por tu continua protección. Gracias por proteger a los ángeles alrededor de nuestra casa y nuestra familia.
Danos fuerzas para este día y llénanos de tu paz. Derrama tus bendiciones como siempre nos has bendecido.
Gracias Señor, por traer la palabra de Dios cada mañana para comenzar el día.
Mientras nos despertamos a otra mañana bendita, despeja nuestras mentes.
Enciende nuestros espíritus para que podamos ser la sal de la tierra dondequiera que vayamos hoy.
Proverbios 16:3 “Encomienda tu obra al Señor, y tus planes serán establecidos”.
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