viernes, 6 de noviembre de 2020

Tu madre estará ahí, incluso cuando el resto se haya ido

Muchas madres sanan la herida de sus sueños frustrados y de sus anhelos dedicándose por completo a hacer cualquier cosa para que sus hijos algún día puedan llegar a hacer en la vida aquello que les apasiona.

Vernos felices es su logro personal, su premio vital a toda la labor silenciosa que han hecho durante muchos años. Arropándonos cuándo

Señalándonos lo que ellas creían que no era el buen camino y si efectivamente no lo era; volvimos a ellas sin ningún reproche por su parte. Ellas están felices por lo que hayas aprendido y por tenerte cerca. Asumen que llegará el momento en el que la marcha de su lado llegará. Sentirán el nido vacío pero el corazón lleno de verte feliz y libre.

Siempre dicen que las madres quieren lo mejor para nosotros y así suele ser. Es por lo que hacen jornada intensiva de veinticuatro horas trabajen o no, por no descuidarnos ni un momento.

Sufren en silencio cuando saben que estamos mal y decaídos.  Sus ojos se llenan de orgullo cuando alguien les dice que somos buenas personas y educados. Se emocionan cuando estábamos en la escuela y se siguen emocionando cuando ya somos adultos.

Ellas nunca te van a abandonar, por mucho que digas que ya no la necesitas… las madres saben que cuando los hijos dicen esas cosas es cuando hay que estar a su lado más que nunca. Volverán a estar contigo, a refugiarte en su hogar que es también el tuyo.

Las madres son nuestro refugio, nuestro norte, tienen nuestro corazón y no queremos ni imaginarnos que pasará cuando ellas ya no estén. Es por ello que ahora, en vida, tienes que hacerla feliz y darle tu cariño.

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