Una muestra de amor que toda madre tiene por sus hijos, es aclamar al Señor para que nunca los abandone. Una Madre nunca de cansa de Orar, Una madre no se cansa de esperar, ni de amar, y no lo piensa dos veces si tiene que dar todo por su hijo.
El corazón de una madre no tiene límites, es un amor muro que debemos de cuidar y de valorar. El amor de una madre está hecho a prueba de toda clase de dolores y de todo género de ingratitudes. Tiene un corazón que no se cansa de sufrir. Un alma que no deje ni un momento de querer.
Hoy quiero invitarte a Ti Madre que ama con locura a tu hijo, que ponga en manos de Señor el cuidado de tus hijos. Pídele que lo proteja de todo mal y que siempre estén bajo su amparo:
“Señor mío, toma y lleva de la mano a mis hijos por donde quiera que ellos vayan, cuídalos de todo peligro y haz que regresen salvo a su hogar.”
“Te pido en el Nombre de tu hijo que lo proteja del peligro, que tu Espíritu acuda a darles protección de cualquier cosa que quiera venir en contra de ellos.”
“Señor en tus manos los coloco, sabiendo que son ellas el lugar más seguro en donde pueden estar, Cúbrenos con tu manto, manda ángeles a su alrededor para que entren sanos y salvos a casa.”
“Resguárdalo bajo tu sombra, toma su mano y guíalo por el camino correcto y que no se aparten de el jamás. Permite que brille en su corazón la alegría, la esperanza, el bienestar, la paz y tu bendición.”
“dale cada día plenitud y un día lleno de ilusión, y que siempre valla de la mano contigo, pues si tu está cerca de ellos absolutamente nada le faltara.”
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