Los niños cuando llegan al mundo son lienzos en blanco y se convertirán en una persona u otra
dependiendo de la educación que haya recibido y del entorno en el que crezca.
Ellos pueden absorber mucha información cuando son pequeños,
el amor incondicional y el cariño no pueden faltarles para su buen desarrollo, pero a medida que crecen y se van desarrollando, es necesario centrarse en la educación.
Los niños en una misma clase de la escuela y con un mismo maestro enseñando las mismas cosas para todos, ellos aprenderán y recogerán la información de diferentes formas.
Cada niño es único y tiene su propia idiosincrasia, dependiendo de las capacidades que tenga y de cómo ha sido educado en casa podrá absorber más o menos los conocimientos que el maestro intenta enseñarle.
Es muy importante que los padres tengan en cuenta la educación de sus hijos, ya que el deber de los padres y las madres no sólo consiste en alimentar, vestir y darles un techo a los hijos… consiste en educarles para que estén preparados para cualquier adversidad que puedan encontrarse por el camino.
Además, el padre y la madre deberán ser figuras que no puedan fallarse, es decir, que estén al lado de os hijos para darles su amor y comprensión cada día, sin importar las circunstancias.
Los padres deberán implicarse en la educación de sus hijos desde que son bien pequeños y desde muchos ángulos diferentes para que pueda tener un impacto positivo a medida que van creciendo.
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