A veces te encuentras a personas en el camino de la forma que menos lo esperabas, de la mano de alguien con quien compartes todos los días, momentos que no son nada, pero al final lo son todo. Simplemente hacen que tu día a día sea mucho más ameno, sea menos rutina. Algunas de estas personas llevan ya varios años en mi vida (son, como yo las llamo, mis freaks preferidas); otros aparecieron de repente y casi por necesidad. Pero todos me saben sacar una sonrisa, hasta en los días mas duros.
Simplemente por estos momentos, es por lo que levantarse de la cama a las 7 de la mañana sea menos duro. Y al final les acabas contando cosas que tus amig@s, es@s de toda la vida, que han estado contigo en todos los momentos importantes, no les cuentas. Y no porque no quieras, simplemente porque no tienes tiempo de sentarte con ellos a tomar un cafe, o a compartir unos ratitos con ell@s para poneros al dia de vuestras vidas...Y al final resulta que acaban siendo meros espectadores de tu vida.
Pero quizá el problema no sea el tiempo que no tienes para tomar un cafe, quizá el problema sea el miedo que tienes a contarles tu vida, por miedo a que esta vez, quede todo igual...simplemente igual
Pero al final son los que te ven cambiar y crecer...los que nunca se pierden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario