El concepto de desapego, entendido como una herramienta de crecimiento personal, es algo de mucho valor y que cada uno de nosotros deberíamos tener en cuenta.
Ser desapegados no quiere decir que debemos renunciar a todo aquello que nos interesa. Tampoco significa que debemos abandonar y finalizar todos nuestros lazos con los demás, con la gente que queremos y que forma parte de nuestros días.
El desapego, en cierta medida, es amar. También es saber valorar y tener una participación más constructiva en las relaciones interpersonales. Ésta es la única manera en la que podemos deshacernos de todo aquello que nos tiene atados.
¿Cómo alcanzar la liberación emocional?
1. Eres responsable de ti mismo
Nadie puede vivir por ti, nadie puede comer por ti. Por supuesto que a lo largo de tu vida recibirás la ayuda de tu gente querida pero debes saber que serás tú sólo el que debe enfrentar la vida. Tú serás la única persona responsable y capaz de afrontar todos tus problemas al igual que todas las cosas buenas que te suceden.
Esto es lo primero que debemos tener en claro para lograr el desapego emocional.
Como no debes culpar a otros de tu felicidad tampoco debes hacerlo por tus momentos de tristeza. Si tanto te importa lo que piensen los demás lo único que conseguirás es frustrate y tener ganas de dejarlo todo, no intentarlo más. Cultiva tu propia felicidad y aprende a valorarte, tu eres la persona más preciada.
2. Vive el ahora
Muchas veces nos cuesta gran trabajo aceptar que en esta vida nada dura para siempre. Todo se transforma y a veces eso nos hace daño. Es mucha la gente que vive por años en el pasado, lamentándose de cosas que hizo o recordando como antes era todo mejor.
Acepta tu pasado y asúmelo, pero déjalo detrás. De nada sirve vivir de las experiencias pasadas y es fundamental que aprendas a perdonar. Libérate de eso y tu alma será más liviana.
3. Deja ir
La libertad es la forma más eficaz, beneficiosa y auténtica de entender la vida. Ser libre no quiere decir no crear vínculos con los demás. Todos necesitamos amar, perder y ser amados.
Lo que quiere decir esto es que simplemente no debemos asumir las responsabilidades de la vida de otro. Aunque este otro nos importe verdaderamente. Los apegos jamás serán buenos en la vida de uno. Las obsesiones y el control total dañan y son ilusorias. Es fundamental aprender a dejar ir las cosas, a dejar ir las experiencias, a dejar ir a las personas Hacer frente a estas experiencias con madurez nos permitirá desarrollar un equilibrio emocional pleno.
4. Las pérdidas sucederán
Todo termina por desaparecer y desvanecerse, eso es ley. El secreto está en cómo tomamos esto. Una vez que logremos entender que todo posee una autonomía, que todo se acaba, será ahí cuando comencemos a transitar el buen camino espiritual. Las personas cambian, las cosas cambian y luego todo se va. Enfrentemos esto con calma y coraje y estaremos rectos hacia la felicidad. Lo único que jamás debe desaparecer es nuestra capacidad de amar.
¿Eres una persona emocionalmente libre? ¿Pensas que las 4 leyes te ayudarán?
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